Mindfulness. Practicas la atención plena

MINDFULNESS. ¿PRÁCTICAS LA ATENCIÓN PLENA?

¿Practicas la atención plena? Seguramente en los últimos años has oído hablar del Mindfulness, pero ¿qué es exactamente?¿En qué consiste?¿Para qué sirve?

Definición de Mindfulness

El Mindfulness puede entenderse como atención y conciencia plena; como presencia atenta y reflexiva a lo que sucede en el momento actual; como una conciencia ecuánime, no discursiva y centrada en el presente que reconoce y acepta tal cual es cualquier pensamiento, sentimiento o sensación que aparece en el campo atencional.

El Mindfulness es una capacidad humana innata que nos permite prestar una atención deliberada y completa a lo que somos, a nuestra experiencia real, y aprender de ella. Es una forma de vivir que contrasta profundamente con vivir con el piloto automático y pasar el día sin estar realmente donde estamos. Todos hemos tenido la experiencia de estar conduciendo y de repente no saber dónde estamos, esto es porque no aplicamos la atención plena.

Principios del Mindfulness

La atención plena es una práctica budista, con una antigüedad de 2500 años, que tiene una profunda relevancia para nuestra vida actual. Esta relevancia no tiene que ver con el budismo en sí, sino con el hecho de despertar y de vivir en armonía con nosotros mismos y con el mundo.

La atención plena más conocida es la meditación, que implica una introspección intensa que consiste en mantener la atención sobre un objeto, por ejemplo la respiración.

También podemos aplicar la atención a cualquier aspecto de la vida cotidiana, como pasear atentamente, comer atentamente, etc.

Desde la perspectiva budista, es estado de conciencia que tenemos durante las horas de vigilia es extremadamente limitado, más parecido a un prolongado sueño que a un auténtico estado despierto. La meditación ayuda a despertar de ese sueño caracterizado por el funcionamiento automático y la inconsciencia y posibilita el vivir nuestras vidas teniendo acceso a todo el espectro de nuestras posibilidades conscientes e inconscientes. Esto supone un importante camino para hacernos cargo de la dirección y calidad de nuestra propia vida, incluidas las relaciones familiares, nuestra relación con el trabajo y con el mundo, y, fundamentalmente, nuestra relación con nosotros mismos como personas.

La Práctica del Mindfulness

La práctica del Mindfulness es simple pero no fácil. Requiere esfuerzo y disciplina. Esto es porque las fuerzas que actúan en contra de nuestra capacidad de prestar atención plena –el inconsciente y los comportamientos automáticos- son muy persistentes.

Aunque no sea fácil, sí es satisfactorio ya que nos pone en contacto con muchos aspectos de nuestra vida que habitualmente pasamos por alto. El profundizar en aspectos de nuestra vida puede suponer enfrentarnos a emociones profundas como el enfado, la tristeza, la ira; pero también a apreciar sentimientos como la alegría, la tranquilidad y la felicidad.

Las aplicaciones clínicas del Mindfulness han sido diversas en los últimos treinta años, pero sobre todo se ha utilizado como procedimiento de reducción de estrés, en terapias de depresión, y en dolor crónico con muy buenos resultados.

¿Todo el mundo puede utilizar Mindfulness?

Muchas personas de las que están leyendo este texto se pueden hacer esta pregunta. Pensar que somos incapaces de meditar es como pensar que somos incapaces de respirar, de concentrarnos o de relajarnos.

Pero no debemos confundir meditación con relajación. Relajarse es conseguir un estado especial, sentirse de un modo determinado. La meditación tiene que ver con sentirnos como nos sentimos, con que la mente esté como está y con tener cierto conocimiento de cómo está en este momento. Si no comprendemos esto no seremos capaces de meditar. Lo que también es cierto es que la meditación requiere de un compromiso de perseverar.

Cualquier persona puede sentarse y observar su respiración u observar su mente. Además, no tenemos porqué estar sentados, podemos hacerlo de pie, andando, tumbados,…. Pero perseverar en la meditación, aunque sea durante 5 minutos, requiere intencionalidad.

¿Cómo conseguir la atención plena?

¿Cómo conseguir la atención plena?. Es simple, solo debe parar y estar presente. ¿Es usted capaz de parar su vida, aunque sea solo un instante?¿Qué ocurriría si lo hiciera?

Intente parar, permanecer sentado y tomar conciencia de su respiración de vez en cuando o a lo lardo del día, aunque sea durante 5 minutos. Déjelo todo para aceptar el momento presente, cómo se está sintiendo y lo que percibe que está ocurriendo.

Respire y permita que las cosas sean. Para ello siéntese en una posición relajada, cierre los ojos y centre su atención en la respiración. Aparecerán distracciones, ya que nuestros pensamientos automáticos son tenaces. Céntrese en ese pensamiento y luego regrese a su respiración. Siempre que se distraiga vuelva a la respiración, ya que la respiración es como un ancla que le enraíza en el momento presente, un lugar de quietud y de paz interior. Note la respiración con la mayor conciencia posible. Inspire, expire.

Cuando lo consiga y se beneficie de sus efectos querrá profundizar en la práctica del Mindfulness o Atención Plena y lo interiorizará en su vida cotidiana.

Gema De La Rica Aguirre

Psicóloga Gral. Sanitaria

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Psicólogos en Coslada y San Fernando de Henares
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