Los trastornos del sueño incluyen dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido, quedarse dormido en momentos inapropiados, dormir demasiado y conductas anormales durante el sueño.
Los tipos de trastorno de sueño más comunes y frecuentes son el insomnio, las apneas del sueño, la hipersomnia, narcolepsia, síndrome de las piernas inquietas, terrores nocturnos, pesadillas y sonambulismo.
Los trastornos del sueño no son una patología grave en sí misma, pero deben ser tratados con objeto de disminuir el riesgo de aparición de otro tipo de patologías.
El proceso del sueño está determinado por la activación del Sistema Parasimpático ( SP) y la desactivación del Sistema Simpático ( SS), de modo claro, el SP ha de activarse para poder dormir y, aunque ambos sistemas son autónomos podemos pensar erróneamente que no dependen de nosotros y eso no es cierto. Efectivamente, son mecanismos autónomos pero no automáticos, más bien semiautomáticos, y es por lo cual, podemos influir en su activación o desactivación simplemente, por ejemplo, con nuestra respiración.
Se puede dormir con pastillas, es cierto, también con medio litro de whisky, también es cierto, el problema está en que por una parte el uso de pastillas, por encima de ser o no ser adictivo, genera tolerancia ( cada vez la dosis hace menos efecto) y el whisky, por mucho que nos guste, tampoco es muy terapéutico, así que una forma segura de abordarlo es a través de la psicoterapia.
Cada día son mayores los recursos que aparecen para facilitar el sueño, pero el punto de vista sobre el que tenemos que trabajar, es si ese sueño es primario, como en el caso del insomnio o es secundario a otros factores, es discernir que fue antes, si el huevo o la gallina, es en si el trastorno o solamente es un síntoma derivado de alguna alteración emocional.
Evo Conducta Psicólogos
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