08 Ago ¿POR QUÉ SIENTO LO QUE SIENTO?
Es muy posible que en muchas ocasiones te hayas dado cuenta de que estás triste, alegre, sientes pena, rabia,…. y no sabes por qué. Puede ocurrir que culpes a la situación en la que te encuentras de esas emociones, que consideres que es el entorno o las personas que te rodean las que te producen esos sentimientos. Pero si te detienes un momento y te centras en tus pensamientos, te darás cuenta de por qué te sientes como te sientes, por qué tienes esas emociones y no otras.
Esto ocurre porque en realidad es la interpretación que cada persona hace de la situación en que se encuentra la que genera una emoción u otra.
Esto ocurre porque en realidad es la interpretación que cada persona hace de la situación en que se encuentra la que genera una emoción u otra.
Pero primero sepamos qué es cada concepto de los mencionados anteriormente.
¿QUÉ ES LA EMOCIÓN?
Podemos definir emoción cómo la respuesta involuntaria del cuerpo ante un pensamiento generado en nuestra mente.
La emoción es primitiva e inconsciente y no es ni buena ni mala en sí misma. Es una respuesta de supervivencia del organismo.
La palabra emoción, procede del latín “emotio” y es la variación profunda pero efímera del ánimo, la cual puede ser agradable o desagradable y presentarse junto a una conmoción somática.
Las emociones juegan un papel fundamental en la salud de las personas, tanto en el aspecto psicológico como en el aspecto fisiológico.
En el aspecto psicológico, las emociones generan sobresaltos en el índice de atención y aumentan el rango de diversas conductas en la jerarquía de respuestas del individuo que las experimenta.
En el aspecto fisiológico, las emociones permiten ordenar respuestas de diversas estructuras biológicas, incluyendo las expresiones faciales, la voz, los músculos, el sistema endocrino.
¿QUÉ ES EL PENSAMIENTO?
El término pensamiento procede del latín “pensare” y es la facultad o el poder de pensar, la acción y el efecto de pensar.
Pensamiento es toda aquella actividad, acción y creación que realiza la mente, es decir, todo lo que se trae a la existencia por medio del intelecto. Todo lo referente a la naturaleza mental se considera pensamiento, ya sean racionales, creativos, abstractos, artísticos…
Saber que nuestro pensamiento genera emociones y conocer sus mecanismos hace que tengamos una herramienta muy poderosa para poder manejarlos. Las emociones no tienen una explicación sencilla, todos percibimos el mundo a través de un filtro formado por nuestros sentidos y nuestras interpretaciones.
¿QUÉ SON LOS SENTIMIENTOS?
Los sentimientos son el resultado de las emociones. La palabra sentimiento viene del verbo “sentir” y se refiere a un estado de ánimo afectivo, por lo general de larga duración, que se presenta en la persona como producto de las emociones que experimenta.
EJEMPLO PRÁCTICO
Una vez que tenemos claros los términos, pongamos un caso que nos ejemplifique los conceptos.
Imaginemos que entramos en una cafetería y alguien nos mira con el ceño fruncido. Podemos interpretar esa mirada de maneras diferentes, y, según la interpretación que hagamos, tendremos una emoción y otra:
–Tiene algo contra mí, quiere hacerme daño y es más fuerte que yo. La emoción que generan nuestros pensamientos es el miedo.
–Tiene algo contra mí, quiere hacerme daño pero soy más alto y más fuerte. La emoción que generan nuestros pensamientos es la hostilidad.
–No sé por qué me mira de esa manera, parece enfadado conmigo pero voy a esperar a ver qué pasa. Se genera cierta preocupación y estamos en estado de alerta.
–Parece enfadado pero como no le conozco de nada es probable que no sea conmigo, a lo mejor está siempre así. La emoción generada es más bien de curiosidad.
Con este ejemplo podemos ver de forma clara como en función de lo que pensamos sobre la situación en la que nos encontramos puede dar lugar a una u otra emoción.
Esto hace que sea necesario pensar de una manera lógica y realista y cuestionarnos en muchas ocasiones las interpretaciones que hacemos para lograr tener pensamientos constructivos y racionales.
CONCLUSIONES
Es muy importante que tú seas quien tenga el control sobre tus emociones, porque eso hará que te sientas feliz o triste, seguro o inseguro,…. y para ello debes tener a raya tus pensamientos.
Cada vez que notes en ti una emoción negativa párate a observar que ronda tus pensamientos y busca la forma de interpretar las situaciones de una manera más racional y realista.
No dudes en consultar con un profesional si te resulta difícil, porque este es el primer paso para que seas tú quien dirija su vida emocional en vez de que te lleve ella como una montaña rusa.
¡SI TE LO PROPONES, PUEDES CONSEGUIRLO!
Gema De La Rica Aguirre
Psicóloga Gral. Sanitaria
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